“Antes de
que pudiera introducir la llave en la cerradura, la puerta se abrió. Apareció un indio amarillo, en bata de casa,
con bufanda. Su aspecto no podía ser más
repulsivo; despedía un olor a loción barata; su cara, polveada, quería cubrir
las arrugas; tenía la boca embarrada de lápiz labial mal aplicado, y el pelo
daba la impresión de estar teñido.”
-Chac Mool, Carlos Fuentes
Cuando leí
este cuento, “Chac Mool”, era pasada la medianoche… probablemente no era la mejor idea que jamás
he tenido porque era difícil dormir. :/
Pero, al mismo tiempo, de una manera extra extraño, era fascinante a mí. En el cuento, Carlos Fuentes habla de una
estatua de Chac Mool que realmente llega a ser casi humano, pero con un aspecto
repulsivo. Al pasar el tiempo en la
casa, Chac Mool empieza a controlar la vida de Filiberto. Él mismo dice en su diario, hablando de la
estatua, “Soy su prisionero.” Hablamos
de esto un poquito en clase, y como si Filiberto se hubiera entendido mejor
Chac Mool, habría sido capaz de controlarlo.
En el fin del cuento, Filiberto se ahoga… por causas que no sabemos;
pero yo, personalmente, cree que la locura de todo que pasó con Chac Mool lo
llevó a su muerte.
Esto me hace pensar en otro libro…
¡Frankenstein! Y ¿Por qué? No solo porque es bien creepy y misterioso (como
eerie), pero porque involucra un tipo de monstruo, que también tiene un
“maestro” que no lo entiende para nada.
Víctor Frankenstein en un científico
que tiene interés en descubrir la secreta de la vida y crea un monstruo
BIEN grotesco. Doctor Frankenstein no entiende su creación,
tampoco. Cuando el monstruo quiere que
Frankenstein haga una compañera para él, Frankenstein empieza de hacerlo pero
cuando la ve la mujer monstruo que es súper repulsivo también, la destruye. La creatura se pone muy enojado que el doctor
no entiende que él se siente solo y por eso quería una compañera. En la ira, el monstruo le sigue a Frankenstein por toda su vida,
matando todos sus amigos y mucha de su familia y en el fin, Doctor
Frankentstein se muere solo, como el monstruo.
En estos dos casos, ni Filiberto ni Frankenstein
no podían controlar las acciones de estos creaturas… Pero aun lo si los
entendía, ¿el resultado habría sido diferente?
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